martes, 31 de agosto de 2010

Yo nunca dudé que me dieran el asilo

Por Manuel Velandia 

España, 2010-08-31

Pasaron tres años desde el momento que se iniciaron los trámites de asilo en San Sebastián, pero durante el último año estuve esperando a que me llamaran de la Cruz Roja para avisarme que me habían concedido el asilo. ¡Nunca fue así! La información me llegó de pronto, sin esperarlo y en el lugar menos pensado.
Llegué a la policía en San Sebastián el 15 de abril de 2010 como lo hacía cada seis meses cuando me presentaba a renovar mi NIE -Numero de Identificación Extranjera-, un documento en el que constaba que tenía permiso para estar en España, pero que no me permitía salir del país. Al informar al policía que me atendió, sobre el motivo de mi presencia, este se retiró a su oficina y al regresar me comunica que no pueden renovar mi documento. Cuál no sería mi sorpresa; lo que inmediatamente pensé fue que no me habían concedido al asilo y que debía iniciar unos nuevos trámites de reposición del caso.
En ese momento estábamos en un pasillo, me dijo que pasara a una oficina, un lugar pequeño y con varias personas atendiendo simultáneamente, uno de ellos me informó que debía ir al banco, pagar una tasa y traer dos fotos.
Sentí que el piso se movía bajo mis pies y debí poner tal cara de circunstancias especiales, que inmediatamente el policía que me atendía me aclaró que no me  podían renovar el “documento amarillo” porque me habían concedido el asilo y me darían un NIE plastificado.
Salí corriendo al banco y pagué lo estipulado. Al salir iba corriendo casi sin aire. Debí parar, no aguanté más, me puse a llorar; llamé a un buen amigo español quien se alegró tanto como yo lo estaba. Llamé a mi prima en Bilbao y le comenté lo que me había sucedido y le dije que más tarde la llamaría para confirmarle que la visitaría para celebrar; pensé en llamar a alguien de mi familia en Colombia pero de la emoción no recordaba ningún numero, al mirar en el móvil me di cuenta que al cambiar de aparato había perdido muchos números de teléfonos y pensé en ir inmediatamente a la biblioteca de la universidad y enviar un correo electrónico, pero de nada servía, eran las diez de la mañana y a esa hora todos dormían en Colombia, así que debía esperar algunas horas más para contarles. No tenía con quien compartir aun cuando ya había recordado algunos números; pensé que a pesar de que ese era un buen motivo de alegría, podría asustarlos demasiado si llamaba a una hora tan especial, pues allí eran siete horas menos.
Seguí caminando sin rumbo, pensé en desayunar, ir a una cafetería, sentarme por unos instantes y calmarme antes de ir a hacerme las fotos. Me reí al darme cuenta que no quería las fotos de ojo hinchado y rojo, porque estas quedaría así para siempre en mi documento y que quería algo estético. Desayuné tranquilo en la cafetería de un hotel junto a la policía, allí el desayuno me encanta.  No fui a la maquina, sino a una tienda fotográfica, quería sentirme bien con la toma y así fue, me hicieron varias fotos para que escogiera, me decidí por la primera, el brillo de los ojos era más natural y la cara reflejaba la emoción del momento. Por supuesto se nota que había llorado, pero no me preocupó, igualmente esa mirada húmeda era una forma de vivir la alegría.
Regresé a la policía y entregue fotos y factura bancaria y me fui a la universidad, quería contarle a alguien, pero no me encontré con nadie conocido. Me puse a trabajar en mi tesis y dejé que corriera el tiempo, me asustó el sonido del móvil, era llamada desde la policía, me informaban que mi documento estaba listo y que debía regresar. No huno un documento nuevo, me dejaron el mismo “documento amarillo” para que no quedara sin identificación y me dijeron que debía regresar un mes más tarde por el documento plástico.
Cuando lo recibí me alegré y pensé en solicitar inmediatamente un pasaporte o mas correctamente un “documento de viaje” con el que podría viajar a cualquier lugar del mundo menos a Colombia. Me expidieron rápidamente el documento, me lo entregaron tan solo dos horas después de solicitarlo.
Fue la confirmación de que por cinco años o tal vez por más tiempo no podría regresar a mi país. Pensé que no importaba, que igualmente seguía opinando y participando en los procesos sociales que me interesan. Fui a ver a mi hermano y a su mujer que coincidencialmente estaban en San Sebastián, preparé la comida (el almuerzo) y seguí con mi rutina, con mi vida cotidiana de estudiante.
No pienso casi nunca en que no puedo ir a  Colombia, me entristece pensar en que la gente que amo se va transformando con el tiempo y que yo no puedo verlo, pero me alegra saber que cada vez que deseo comunicarme, la tecnología hace que se rompan todas las barreras, así la imagen sea virtual los sentimientos están más a flor de piel y tienen más sentido los encuentros.
Este vídeo lo hice en Bilbao al día siguiente, no lo subí inmediatamente a la red, no sé la razón... ahora lo comparto en este blog.

España concede asilo político por discriminación sexual a un gay colombiano

elpais.com

España, 2010/04/12

"Siento libertad y tranquilidad, ahora podré viajar sin miedo", afirma Manuel Velandia, que dejó su país por amenazas y vive en España.
"Siento una gran libertad y tranquilidad, es un cambio sustancial poder viajar y no sentirte perseguido". Manuel Velandia, de 55 años, es un activista gay colombiano que sufrió amenazas de muerte y un atentado en su casa de Bogotá en abril de 2002 (lanzaron una granada contra la vivienda) por su condición sexual y por su labor de defensa de los derechos de los homosexuales. Cuando estas amenazas de muerte se extendieron a su familia decidió dejar su país. "Los amigos me decían que yo no podía seguir allí, estaba en riesgo toda mi familia", recuerda Velandia, que llegó a España en enero de 2007, con ayuda de la Cruz Roja y de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR). Primero recaló en la Universidad de San Sebastián y luego en Alicante, donde cursa ahora un doctorado en Enfermería y Cultura de los Cuidados.
Ahora el Gobierno le ha concedido la "condición de refugiado y el derecho de asilo" por su condición sexual, gracias a la nueva Ley de Asilo, aprobada el año pasado. "España reconoce plenamente la diversidad sexual, es un país ejemplar que amplía los derechos de las minoría", comenta Velandia, que colabora activamente con el colectivo Decide-t de lesbianas, gay, bisexuales y transexuales de Alicante, y que es autor de la exposición de fotografías "In-visibles: naturalezas transgresoras" que se puede visitar en la Universidad de Alicante, y que está centrada en unas muñecas Barbie transexuales.

Velandia (Bogotá, 1955), que era profesor universitario, acudió en su país a programas de radio y televisión y escribió artículos denunciando la "persecución" de los homosexuales en Colombia. "Ahora podré salir de España otra vez, aunque no ir a Colombia, pero tendré pasaporte español para continuar luchando", afirma el también cofundador en 1976 del Movimiento de Liberación Sexual en Colombia, quien considera que su único delito ha sido "tener voz y argumentos para denunciar que la Iglesia Católica, la derecha y los grupos paramilitares de Colombia han hecho de la homofobia su bandera y razón de ser para estigmatizar, excluir y desplazar a los homosexuales".

http://www.elpais.com/articulo/sociedad/Espana/concede/asilo/politico/discriminacion/sexual/gay/colombiano/elpepusoc/20100412elpepusoc_5/Tes

viernes, 16 de abril de 2010

Tiremos antes de que se muera

Manuel Velandia Mora
España, Abril de 2010


Una parte de este texto fue escrito antes de salir de Colombia a buscar el asilo en España.
Publicada el 11/29/2006 en Revista semana.com como blog. Contiene algunas notas luego de salir de Colombia y otras escritas, tres años despues, al serme concedido el asilo en España.

!Tiremos antes de que se muera¡ Esta frase dicha por un amigo como una manera muy extraña de demostrar su cariño y un acto de solidaridad hacia mí, en razón a las amenazas de las que habia sido víctima -muy seguramente por atreverme a hablar sobre la "parapolítica"- viene como anillo al dedo para tratar dos temas que siempre me han preocupado: el daño emocional que causa una amenaza de muerte y que se vive con el virus que causa el sida.

Creo que la amenaza de muerte opera emocionalmente de una manera bien extraña: primero, me hizo sentir finito, mejor dicho un mortal tal mortal como cualquier vivo; después, me puso a pensar en el sentido de mi vida cotidiana, a reflexionar sobre si aquello en lo que creo, lo que pienso, lo que digo, lo que escribo, lo que hago es realmente importante, pero además a re-pensar si aquello por lo que lucho es tan significativo como para morir por ello.

Me alegra saberme en lo correcto, entender que los caminos de la paz son muy diversos y que aun cuando pareciera que la paz es una situación directamente relacionada con la guerra, realmente se construye en todos los momentos del cotidiano, incluso aún en los momentos en que estaba investigando temas que para algunos se antojan bastante álgidos o en clase, con mis estudiantes, hablando sobre la situación nacional. Prácticas frecuentes incluso unos dias antes de salir de Colombia en busca del asilo.

La paz es en sí misma un espacio de convivencia armónica y democrática, y solo es posible si cada un@ de nosotr@s es inviolent@. Sí cada un@ de l@s conciudadan@s actúa, plantea soluciones, asume que ésta no es viable sin su participación activa y si nos autorizamos a no permitir ninguna forma de violencia, incluso, aquellas tendientes a obligarnos a callar.

La vida se plantea como un permanente juego de múltiples elementos. Todo proceso individual, de pareja, grupal o social, es decir toda actividad cotidiana es un juego que se realiza en la búsqueda de espacios vitales que den sentido a la existencia, al diario vivir y a la convivencia, como también lo son pensar o hacer el amor; este juego se contempla como interacción permanente y dinámica. La interacción es asumida, interpretada y explicada por una serie de razones de diversa índole: emocionales, lógicas y prácticas, cuyo carácter estético, lúdico y místico justifican nuestra existencia.

Comprender la vida implica reconocerse como parte del juego, del dinamismo social; pero comprenderla no significa aceptar y callar las formas de violencia que atentan contra el bienestar individual y colectivo, contra la democracia y la posibilidad de ser todos y todas ciudadanos de la mima clase, cualquiera que sea el sexo, el género o la orientación sexual.

Comprender la vida implica reconocerse un ser emocional y ello tiene sus bemoles. Estallamos por donde menos lo pensamos, entramos en crisis por los hechos mas anodinos… hace unos días, estando en mi cama, se me acercó Botas, una de mis gatas, yo la acaricié y en ese momento pensé: quién cuidará los gatos si a mi me matan, será que alguien las querrá como yo las quiero.

Las lágrimas brotaron de mis ojos como sucede ahora mismo cuando escribo esta reflexión; por supuesto uno piensa en situaciones que parecen tontas si suceden después de que uno muere, por ejemplo: quién se queda con los libros, los muebles, los escritos, las cartas y tarjetas de amor… Hechos que parecen no tener alguna importancia se transforman y adquieren un gran sentido.

No es que aquello que realmente es importante pase a un segundo plano, es más, me he hecho más conciente de todos mis momentos y esto me ha motivado a hablar, a no callar, a denunciar… porque inicialmente pensé en quedarme callado, tuve miedo de ir a la Defensoría del pueblo o ir a la Fiscalía, no porque temiera que allí me pasara algo sino precisamente porque denunciar es hacer aun mas concientes las amenazas.

Considero que ninguno de nosotros debe callar, porque si lo hacemos los enemigos de la paz, de la vivencia plena de nuestros derechos habrán logrado su cometido: taparnos la boca, impedir que seamos ciudadanos plenos, que temamos a algo que es evidente, aunque sepamos que todos vamos a morir.

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Tres días después, cuando se hizo público que salía de Colombia hacia España buscando el Asilo político y por orientación sexual...
Que alegría saber que tienes personas con quien contar, entre ellos a algunos a quienes incluso no conoces, a otros que regresan a tu vida luego de sentidas ausencias, otros con quienes compartiste unos minutos o unos escritos… que alegría poder decir que agradezco a quienes me han llamado de otras ciudades, de otros países, desde Bogotá misma para ofrecerme como refugio su casa, su ternura, e igualmente que satisfacción en medio de la pena leer a quienes me han escrito notas de apoyo y solidaridad. Quiero compartir querido lector(a) algunos de ellos:

Comunicar conocimientos es bueno, comunicar experiencias es digno de admiración en un mundo donde se privilegia que cada quien haga su propio recorrido a bandazos, comunicar vivencias como lo haces en este escrito es abrir de par en par las puertas de ti mismo para que entremos y, literalmente, nos incorporemos... formemos contigo una sola carne, para decirlo en términos bíblicos.
Carlos Triana

Sigue adelante como dicen y decimos los santandereanos con berraquera.
Ernesto Navarro

He leído con atención su artículo. Me pareció una reflexión sincera, además, bien escrita. Leyéndola me acorde de la frase de Montaigne al inicio de sus celebres ensayos:" Ese que veis retratado aquí, ese soy yo. Y los ensayos que podéis leer han hecho mas por mí que yo por ellos". (La cita es de memoria y tú sabes porque ya no estoy muy seguro de si le agregué o le quite; pero la idea si es esa.)
Alfredo Botía.

De todas maneras uno en la vida debe ser muy prudente, y sobre todo en este país, que no se puede hablar, ni menos opinar. Elevare oraciones al todo poderoso para que lo proteja. Pero siga adelante ese es su proceder y se lo respeto. Éxitos.
Néstor Eduardo G.

Te escribo porque en estos casos, es difícil callar cuando aprecias a otra persona. Espero que esto sea algo pasajero y que sepas aprender lo que te trae, sobre todo a cuidarte mucho y no dejar cabos sueltos, para que en caso que sea en serio, no la puedan perpetrar. Un abrazo grande y solidario
Andrés Bastidas.

Te pido de la manera mas atenta no me escribas. Yo no soy militante de la causa gay.
Pablo Velásquez

Hoy me entero de las amenazas proferidas contra usted por causa de su posición política y sus opiniones dentro del movimiento LGBT. aunque no nos conocemos, reciba de mi parte y en nombre de muchos compañeros y compañeras del Polo de Rosa el gesto de sincera solidaridad por esta afrenta a la libertad, los derechos civiles y a nuestro legítimo derecho de opinar y mantener una posición digna como homosexuales. Un abrazo,
Ricardo Agudelo

Soy la esposa de uno de sus estudiantes… Adolfo y quiero manifestarle mi solidaridad y aprecio ya que mi esposo me ha hablado.
Mónica.

No tenía ni idea sobre las amenazas, pero sabes de corazón que de mi parte y de mi familia homosexual a quienes he hablado bastante de vos y de tu trabajo contás con todo el apoyo, al menos moral. Un fuerte abrazo.
Manuel José Bermúdez

Animo compañero y recuerda que solo dios decide cuando debe terminar nuestra vida, no sientas temor, contágiate de ese amor a la vida y la certeza que tienes de que estas haciendo lo correcto serán tus mejores herramientas para enfrentar estos aciagos momentos. Un abrazo,
Diana Navarro.

Manuel, toda mi solidaridad por tu trabajo, valentía y lucha por los DDHH. Un abrazo desde Argentina.
Carmen Colazo

Me toma por sorpresa, no tengo ni idea por qué situaciones estas atravesando, no sé nada de las amenazas y por supuesto me solidarizo, y te agradezco me comentes, pues por las tareas que tengo, prefiero estar informada de la situación de un líder vital como tú. Un abrazo.
Angélica Lozano

Te escribo desde Japón, oye muchas gracias por hacernos participes de los sucesos de Colombia.
Camilo Rodríguez

No sé si leerás estas letras, pero aquí estoy, pensándote y haciendo oración por ti y por lo que no tienen otra cosa que hacer fuera de amenazar la vida. Tú te sabes comprometido y vulnerable, eso da fortaleza.
Clara D.

Yo no tenía ni idea de que estabas pasando por estas, Manuel. Tampoco tengo el gusto de conocerte personalmente, pero de todas formas quiero expresarte mi solidaridad.
Gustavo Parra

No sabia que te habían amenazado, por favor cuenta conmigo en lo que necesites, tal vez no sea mucho pero bueno, ahí estamos...
Mauricio B.

Adelante la pelea es dura, pero la historia terminara reconociéndonos.
Tin Tin

Quiero manifestarte mi solidaridad, expresarte mi apoyo hacia Tí. Eres una persona capaz de salir adelante ante los retos que impone una causa tan delicada en un país empantanado por el escándalo de lo paramilitar. Fe en el futuro, y fortaleza, con la frente en alto, porque es bacano seguir adelante. La voz de un amigo en la distancia...
Danny González.

Desde el Desierto sonorense, en la frontera noroeste con Estados Unidos, recibe nuestra admiración, apoyo y solidaridad.
Rosario Román Pérez.

Te envió un abrazo y me uno a la solidaridad por el trabajo y la lucha que mantienes, te admiramos y respetamos desde una ciudad como Zacatecas que es muy conservadora y que sin embargo esta impulsando políticas públicas incluyentes.
Saludos Isabel Jiménez

Solo quería decirte que me alegra que encuentres apoyo en las personas que te rodeamos y ratificarte que estamos ahí no solo en defensa de los derechos de todas la personas; también en defensa del derecho que tenemos a que seas una parte importantes en nuestras vidas... Un abrazo solidario
Carlos Ernesto

La verdad esta contigo, en este mundo de injusticias e intolerancia, toca estar unidos, la solidaridad se pone en primer plano. Si algo puedo hacer solo avísame un abrazo.
Luís Sánchez

Saludos! Desde Puerto Rico yo también te agradezco la información que has compartido y espero que ya estés bien, tanto a nivel emocional, logístico y jurídico! Acompaño este mensaje con mi aprecio, respeto y mis mejores deseos.
Isabel

Me contó Gustavo que te volvieron amenazar de muerte. Mira lo que este a mi alcance házmelo saber... cuídate.
John.

Desde la confluencia departamental de liderezas, lideres y organizaciones del sector LGTBI del Valle del Cauca te manifestamos nuestra solidaridad y preocupación frente a la situación que vives por estos días. Agradecemos y dimensionamos tu valiente y constante ejercicio político, en un contexto cultural y político como el nuestro esto es una acción heroica. Gracias.
Consuelo Malatestta Morera.

Mi valiente Manuelito, sé como es el estado de una persona que ha sido amenazada de muerte. Peo también, se de tu valentía. Este es un mundo en donde no se puede decir la verdad, y en donde los homosexuales por homosexuales no valemos nada, menos aun valen nuestras palabras. Para el resto de la sociedad somos sinónimos de todo, de aberración, de pedofilia, de SIDA, de promiscuidad, y de otras tantas cosas que nos torturan y con las cuales es casi imposible vivir. Mí alma y mis sentimientos están contigo. A ti mi admiración sincera y afecto. A ti mis horas de angustia por ser quien he sido, a ti mis logros, porque has sido ejemplo de dignidad. A ti valiente ser, que ha escrito lo que hay que escribir. A ti que no has dejado solo en palabras echadas al viento, las cosas que hieren y matan a aquellos que como yo hemos decidido ser quienes somos. Con mi voz de solidaridad y aliento.
Ricardo

Muy vacanas las reflexiones frente a la paz a no quedarnos callados(as) y hacer valer nuestros derechos, espero que la vida nos premie con muchos más años de tu presencia.
Natalia Andrea.

Creo que en estos momentos estarás en tu casa sentado frente al computador, quiero que sepas que te apoyo en este momento, nada puede ocultar tu enorme dedicación a tu trabajo.
Luder Fuentes

Gracias por ese "texto", me llenó de terror y también de la cada vez más de admiración por vos. El próximo lunes salgo de Bogotá nuevamente para Chile a terminar mis estudios, te llamo para saludarte. Un abrazo
Walter

TRES AÑOS DESPUES, AL RECIBIR LA CONFIRMACIÓN DE QUE ME HABÍA SIDO CONCEDIDO EL ASILO

Tres años después, cuando me encuentro con gatos parecidos a Menina o a Botas, gatas que ahora tiene bajo su cuidado mi ex–mi-amor Ricardo, me suelo alejar por segundos o minutos de la realidad y llenarme de nostalgias y recuerdos. Situaciones emocionales que no se acrecientan por grandes acontecimientos sino por pequeños detalles, muchas veces tan ínfimos que no logra comprender y mucho menos explicar el gran peso que ellos tienen. Frases de amigos o familiares dichas en un mail, en un chat o una conversación telefónica logran que mis ojos se humedezcan y se acelere mi ritmo cardiaco, aun cuando casi nunca lo comento, no porque sea egoísta con mis emociones, sino porque no deseo que ellos y ellas dejen de ser ellos mismos y se cohíban de hablar o escribir con naturalidad, especialmente porque son situaciones tan inesperadas y tan elementales que son difíciles de explicar y creo que mucho mas de dejarlas fluir.

Las manifestaciones sinceras de los amigos son una caricia directa al corazón y es por ello que las comparto algunas tomadas al azar. Algunas personas me escribieron felicitándome con motivo de que me hayan concedido el asilo, las comunicaciones son muy diversas, van desde aquellas que me hacen llorar, pasando por algunas que me sorprenden por lo inesperadas y expresivas, llegando a algunas de personas que no conozco o que hace tiempos no aparecían.

Algunas de las manifestaciones de apoyo y solidaridad:

Estimado Manuel Velandia: Me llena de gran alegría el conocer la noticia de que el gobierno de España te ha concedido el asilo con todos los derechos que ello implica. Sé muy bien lo duro que significó abrirte camino en un país que, por muy solidario que sea, es distinto.
José Luis Campo Rodicio
Coordinador - represente legal
Benposta Nación de muchachos - Colombia


Mi enhorabuena Manuel. Me alegro mucho que lo hayas conseguido y mucho más de haber tenido el placer de conocerte.
Un beso: Susana, Presidente de JereLesGay.

Querido Manuel: ¿Esto quiere decir que nunca vuelves a Colombia? Me alegra el reconocimiento por parte de España y, sin duda, la solidaridad y la protección que te han dado. Sólo que lamentaría muchísimo que no volvieras por acá. Un abrazo enorme, con el cariño y la admiración de siempre.
Ivonne Wilches M. feminista colombiana

Enhorabuena, muy merecido. Un beso y un abrazo,
Adriana R. Mujer lesbiana colombiana casada con española

Felicitaciones!
Marta L. Tamayo
Red Nacional de Mujeres- Bogotá


Me alegra Manuel Antonio que tengas ahora el asilo, ahora podrás trabajar más tranquilo por tus, nuestros ideales de tener un país y una sociedad más incluyente, diversa y democrática. Gracias por tu trabajo, desde aquí desde Castilla Medellín, Colombia, un abrazo.
Marcela Atehortua

Manolito un fuerte abrazo lleno de admiración, alegría y esperanza porque todo el camino recorrido entre luces y sombras ha tejido una vida llena de sentido y compromiso con la acción transformadora del planeta, Todo lo vivido, fue preparando este gran momento de reconocimiento personal y social.
Contamos contigo en nuestro caminar Cibernético y Proporcionalista, eres un baluarte en la formación plural y diversa de la Docencia universitaria en nuestro país, la cual has construido con idoneidad y excelencia en el desempeño. Nosotros nos llenamos de regocijo por tus triunfos, eres ejemplo de lucha, compromiso y coherencia,
Agradecemos a la Vida tenerte con nosotros.
Stella Betancourt. Docente universitaria, especialista en cerebro y educación

Profesor y amigo Manuel:
Aquí en su facultad de sociología nos alegra mucho que haya alcanzado el reconocimiento del asilo que lo protege de la persecución de que es objeto la diferencia en Colombia. Esperamos no obstante que pronto pueda visitarnos en estas tierras latinoamericanas. Recibe un fraternal saludo.
Carlos Orlando Santana González, Decano de Sociologia en universidad colombiana

Enhorabuena Manuel... Me alegra que te hayan concedido ese asilo. ¡¡Ojalá la situación se vaya normalizando en Colombia pronto..!!
Manolo Copé

Querido, eres un ejemplo de dignidad y compromiso. Cómo será de evidente tu caso que tuvieron que concederte el asilo, recurso de vida que cada día se restringe más. Lo haces posible y nos das esperanza a quienes somos perseguidos. Has demostrado que Colombia vive un régimen violador de los DDHH. Besos grandotes
María Del Rosario Vásquez. Médica feminista, entrámite de asilo en España

¡Mil felicitaciones! ¡Qué buena noticia, me alegro muchísimo por ti! Un abrazo y fuerza! sé que no es fácil, pero bueno lograste el asilo!!
Lorena De Silvestri. Estudiante Universidad Javeriana

Manuel. Con alegría e igual con tristeza te envío mis saludos y felicitaciones. Se lo mucho que luchaste por el asilo y también lo difícil que es estar apartado del país donde uno nació. Un beso y abraso.
Andrés Duque

Con emoción recibo esta noticia y comparto un logro más de la familia LGBT. Tuve la oportunidad de conocer a Manuel y sé la calidad de ser humano que es, desde Colombia un fuerte abrazo.
Viviana Rojas

Persona luchadora y defensor, humilde, merecedor de todos los triunfos en el mundo lo AMO.
José Joaquín. Peluquero colombiano

Conocemos a Manuel. Somos grandes amigos. Pocos como él tienen tan alto sentido y respeto por la amistad y por los demás. Gracias España por acoger a uno de los nuestros, de los nuevos proclamadores de los derechos del hombre... ahora que celebramos doscientos años de la independencia. Qué ironía.... después de 200 años... hoy somos perseguidos por nuestro propio gobierno, nuestra propia sociedad y nuestro propio sistema.... Como dijo el poeta. "se hace camino al andar…” Enhorabuena Manuel.....
Marco Castelblanco Perez

Manu, te he admirado desde siempre, desde el primer día que te vi en RCN radio, con el pelo azul creo que lo tenías esa temporada, sabía que eras un ser humano super especial, berraco echao palante y dispuesto a luchar por tus ideales, por la igualdad que tanto necesitamos, te quierooooooo, cuándo vienes por Colombia?
Yaneth Waldman. Actriz colombiana

Gejagt, geflogen, genehmigt.

Eestmalig asyl wegen homosexualität gewahrt – In kolumbien verfolgt.
Costa Blanca Nachrichten 1 Nº 1374, 16. April 2010.

lunes, 12 de abril de 2010

España concede asilo por discriminación sexual a Manuel Velandia, colombiano líder homosexual

Manuel Antonio Velandia Mora es un reconocido líder homosexual, cofundador en 1976 del Movimiento de Liberación Homosexual de Colombia, quien luego de un atentado con granada en contra de su vida y de múltiples amenazas de muerte que se extendieron a su familia, decidió huir de su país y solicitar a España el refugio y asilo político por discriminación sexual. La Subdirección General de Asilo, Oficina de Asilo y refugio, de la Dirección General de Política Interior del Ministerio del Interior de España reconoció a Manuel Antonio Velandia Mora la “condición de refugiado y el derecho de asilo” el pasado 8 de abril.

Velandia llegó a España el 17 de enero de 2007. Su caso de asilo se presentó por medio de la Cruz Roja Española, en San Sebastián con acompañamiento de CEAR Comisión Española de Ayuda al Refugiado en Euskadi y el apoyo de Gehitu (Asociación LGBT del País Vasco). Fue presentado el 22 de febrero de 2007, en la Jefatura superior de la Comisaría Provincial de San Sebastián, Unidad Provincial de Extranjería y Documentación de la Dirección General de la Policía. El 23 de marzo de 2007 se le informó que se había aceptado a trámite el caso y se le entregó el documento NIE (número de identificación de extranjeros), con el que además se le autorizaba a trabajar, pero no se le concedía la posibilidad de salir del país. La resolución de refugio y asilo fue expedida en Madrid el 8 de abril de 2010.

Según ha manifestado Velandia “el asilo que se le ha concedido es una demostración de que en España hay pleno reconocimiento de la diversidad sexual y de que la orientación sexual es un derecho que en Colombia se vulnera a las personas homosexuales, lesbianas y bisexuales”. Afirma Velandia que la homofobia no sólo es cultural sino que además es interiorizada y reforzada en la escuela, la familia y la sociedad en general y que en Colombia la iglesia católica, los partidos de la derecha y los grupos paramilitares han hecho de la homofobia su bandera y una razón para estigmatizar, excluir, separar socialmente, obligar al desplazamiento forzado, amenazar de muerte, asesinar y cometer otros crímenes de odio contra la población LGBT”.

La asociación española DecideT celebra la concesión de asilo a su compañero Manuel Valendia Mora

Josep Fuster Ortuño Coordinador General de Decide-T ha manifestado “Como asociación no podemos estar más de enhorabuena. Manuel Velandia, nuestro compañero y amigo, es algo más que un activista a favor de la igualdad LGTB, para nosotras y nosotros es un punto de referencia, un ejemplo a seguir. Ha logrado mantener durante unos años difíciles la llama del movimiento LGTB Alicantino encendida, es un trabajador incansable en la lucha contra la homofobia, un hombre comprometido con la salud de los segmentos poblacionales más olvidados.”

En la actualidad, Manuel Velandia lidera el área internacional de Decide-T Asociación de Lesbianas, Gay, Bisexuales y Transexuales de Alicante y realiza diversas actividades como defensor de derechos humanos de las personas LGTB. Actualmente, como fotógrafo de la exposición “InVisibles: Naturalezas transgresoras” ha logrado captar la atención de la prensa mundial, gracias al uso de muñecas Barbie transexuales.

“Para nuestra asociación es un orgullo contar con la experiencia y el compromiso de Manuel. Su carácter generoso y abierto ha conseguido abrir las puertas del movimiento asociativo LGTB de nuestra provincia, propiciando el inicio de una nueva etapa en la que la unión de diversos colectivos está enriqueciendo la tarea de la lucha por la igualdad” ha dicho Josep Fuster, quien además agregó “Desde DecideT queremos felicitar a Manuel en este día tan importante, pero no queremos olvidar a tantas y tantos ciudadanos anónimos que siguen a la espera de una respuesta favorable a sus peticiones de asilo por parte de nuestras instituciones. La HOMOFOBIA MATA, es un crimen intolerable y por ello instamos al gobierno central a que promueva con mayor celeridad las peticiones de asilo pendientes así como una actitud más beligerante ante los fragantes abusos a los derechos humanos que sufre el colectivo LGTB en algunos países, tanto cuando se producen de manera institucional como cuando son tolerados por las mismas instituciones”.

Velandia recibió en su caso de refugio y asilo el aval de importantes organizaciones colombianas

El Programa No Gubernamental de Protección a Defensores y Líderes Sociales en Colombia cuyos voceros fueron José Luís Campo Rodicio, Gloria Inés Flórez Scheneider, Ludivia Giraldo y Javier Peña recomendaron al Sr Manuel Velandia su salida inmediata de Colombia, avalaron su decisión de solicitar asilo político y le apoyaron económicamente para su sostenimiento en los tres primeros meses de vida en España. Sobre él, dijeron en su aval “Profesor universitario, investigador social, líder fundador y defensor de los derechos de la población de lesbianas, gay, transexuales, travestis, transgeneristas y bisexuales, grupo social conocido como LGTB, desde el año 2002 viene sufriendo amenazas y atentados contra su vida. Estas amenazas de muerte se intensificaron durante los meses de noviembre y diciembre de 2006 mediante llamadas telefónicas de personas que no se identificaron y manifestaron otras amenazas (…) Como investigador social, Manuel Velandia ha conocido información que involucra a personas pertenecientes a organizaciones paramilitares y de delincuencia”.

Piedad Córdoba Ruiz, Senadora de la República y Delegada ante el Parlamento Latinoamericano avaló el caso, al respecto afirmó “Hemos tenido conocimiento de las graves amenazas que ciernen contra su vida, las cuales le impidieron continuar labores en el país. Estas intimidaciones reiteradas han llegado al punto de haber estallado una granada de fragmentación en el jardín de su casa de habitación en Bogotá. Estos hechos anómalos han sido informados en cada ocasión oportunamente a los organismos de seguridad del Estado cuyos funcionarios le han recomendado salir de Colombia. Según testimonios, las amenazas están basadas en su activismo a favor de los derechos humanos, en especial de la población de lesbianas, gays, bisexuales y trangéneros de la cual el Doctor Velandia Mora es líder desde la década de los setenta. Sus altivas posturas de reproche a los actores irregulares dentro del conflicto interno por el que atraviesa la república, expresadas en sus columnas semanales de prensa, así como sus pronunciamientos como académico y dirigente político, son las razones más visibles para esta persecución”.

Ivonne Wilches M. Coordinadora LGBT de Planeta Paz, avalando el caso, dijo: “En este país, Manuel Velandia representa un baluarte del Movimiento Social y Político LGBT. Es sin duda, por esta razón, que ha sido amenazado y que tuvo que emigrar para salvar la vida, luego de haber sufrido un atentado. No es el primero y desafortunadamente no será el último que se convierte en víctima de la agresión de quienes no toleran que alguien diga la verdad. Manuel ha defendido los Derechos Humanos y los Derechos Sexuales de las minorías LGBT durante muchos años, incluso cuando era casi prohibido reconocerse como Gay”.

Marcela Sánchez Buitrago, Directora de Colombia Diversa, en su aval institucional afirmó “Conocemos el trabajo pionero realizado por Manuel en el campo de los estudios de sexualidad y los derechos de las minorías sexuales en el país desde los años 70, dichos trabajos incluye desde múltiples investigaciones, trabajos docentes y textos escritos y publicados, hasta su participación en numerosas intervenciones en medios de comunicación nacionales e internacionales, pasando por su trabajo político en el partido Liberal Colombiano, su candidatura a la cámara de representantes en el año 2002 y su presencia permanente en los espacios en los que se debate el tema LGBT en el país. A través del trabajo conjunto que realizamos en redes de personas y grupos LGBT en el país, hemos tenido conocimiento de las múltiples denuncias que ha hecho como consecuencia de los atentados y amenazas que ha recibido contra su integridad física y emocional. Así mismo hemos conocido de todas las manifestaciones de solidaridad y apoyo que ha recibido ante las limitaciones que dichas amenazas han implicado para su vida personal y su trabajo como activista”.

El Centro Comunitario LGBT de Bogotá, por intermedio de su Coordinador, Henry Vallejo Vargas, dijo en su aval “Velandia es un activista que ha trabajado por la visibilización y el reconocimiento de las Comunidades LGBT, además es una figura públicamente reconocida, esto debido a su interés en la vida política y social del país. Es una persona de las más altas calidades humanas y un ser valioso, que con sus muchas publicaciones ha hecho un gran aporte intelectual y he generado polémica y discusión en torno al tema de la sexualidad humana y la homosexualidad. A nivel nacional e internacional, es reconocido por su capacidad como investigador de temas sociológicos y humanísticos”.

Manuel Velandia considera que “la vulneración a la población GLBT colombiana va en permanente incremento, a pesar de que también se han generado en este país condiciones legales con relación a los derechos de las parejas del mismo sexo; condiciones que no han logrado cambiar las condiciones culturales y sociales que motivan los crímenes de odio hacia estas personas, esto ha llegado a extremos tales de intolerancia que muchas veces las personas no se sienten cómodas ni siquiera en el simple hecho de expresar públicamente gestos de cariño a la persona amada; situación que en muchos casos sumada a los crímenes de odio motiva su necesidad de pedir asilo”.

Colombia fue catalogada, según ACNUR, como uno de los principales países de origen de refugiados durante el año 2008. Un buen número de esos refugiados son personas homosexuales, lesbianas e incluso transexuales y travestis, pero son pocos quienes han logrado obtener el aquellos países a los que han huido su status de asilado. No siempre las personas pueden demostrar que han sido víctimas, y generalmente no conocen que al salir del país deberían llevar consigo las pruebas de las denuncias de los crímenes de odio de los que han sido objeto. Aun pudiendo probar el caso, no siempre las evidencias parecen ser suficientes e incluso en algunos casos se ha llegado hasta a dudar de la homosexualidad de las personas.

Legislación

La condición y el derecho de asilo le fueron concedidos a Manuel Velandia de conformidad con los artículos 2 (derecho de asilo) y 3 (condición de refugiado) de la Ley de Asilo y con la convención de Ginebra de 1951 sobre el estatuto de los refugiados. La resolución de refugio y asilo fue expedida en Madrid el pasado 8 de abril de 2010 y firmada por Doña María José salido Gómez.

Según la Ley de asilo, “el derecho de asilo es la protección dispensada a los nacionales no comunitarios o a los apátridas a quienes se reconozca la condición de refugiado en los términos definidos en el artículo 3 de esta Ley y en la Convención sobre el Estatuto de los Refugiados, hecha en Ginebra el 28 de julio de 1951, y su Protocolo, suscrito en Nueva York el 31 de enero de 1967”.

En esta misma ley “La condición de refugiado se reconoce a toda persona que, debido a fundados temores de ser perseguida por motivos de raza, religión, nacionalidad, opiniones políticas, pertenencia a determinado grupo social, de género u orientación sexual, se encuentra fuera del país de su nacionalidad y no puede o, a causa de dichos temores, no quiere acogerse a la protección de tal país, o al apátrida que, careciendo de nacionalidad y hallándose fuera del país donde antes tuviera su residencia habitual, por los mismos motivos no puede o, a causa de dichos temores, no quiere regresar a él, y no esté incurso en alguna de las causas de exclusión”.

En los “Motivos de persecución” contemplados en la Ley española de asilo se considera que “el concepto de opiniones políticas comprenderá, en particular, la profesión de opiniones, ideas o creencias sobre un asunto relacionado con los agentes potenciales de persecución y con sus políticas o métodos, independientemente de que el solicitante haya o no obrado de acuerdo con tales opiniones, ideas o creencias; Igualmente se considerará que un grupo constituye un grupo social determinado, si, en particular dicho grupo posee una identidad diferenciada en el país de que se trate por ser percibido como diferente por la sociedad que lo rodea o por el agente o agentes perseguidores. En función de las circunstancias imperantes en el país de origen, se incluye en el concepto de grupo social determinado un grupo basado en una característica común de orientación sexual o identidad sexual, y, o, edad”.

lunes, 29 de marzo de 2010

En Colombia la discriminación por orientación sexual es causa frecuente de casos de asilo

Por Manuel Antonio Velandia Mora

Hoy 27 de marzo de 2010 cumplo tres años de estar en España en el proceso de asilo político y por discriminación por orientación sexual, luego de un atentado con granada contra mi vida y de múltiples amenazas de muerte que incluyeron a mi familia. Algo que me ha sorprendido en los más recientes años, incluyendo los últimos tres vividos en Colombia, es que permanentemente y cada vez en mayor volumen recibo consultas de personas que desean solicitar asilo relacionado con la vulneración de sus derechos como sujetos sexuados, situación que permite concluir fácilmente que la vulneración a la población GLTTTBI colombiana va igualmente en permanente incremento, a pesar de que también se han generado en este país condiciones legales con relación a los derechos de las parejas del mismo sexo; condiciones que no han logrado cambiar las condiciones culturales y sociales que motivan los crímenes de odio hacia estas personas.

Una situación que igualmente me cuestiona y que poco ha ayudado a quienes realmente son líderes de las organizaciones LGBT en Colombia, en su búsqueda del asilo político y por discriminación sexual, es el hecho de que muchas personas que no son homosexuales o lesbianas, han encontrado en la homosexualidad o la lesbianidad una excusa que consideran perfecta para justificar su caso de asilo. Entiendo que la situación económica colombiana es difícil, que la situación política es insoportable para unos cuantos más y que la homosexualidad siga siendo motivo de estigma, discriminación, separación social, amenazas y otras formas del crimen de odio; sin embargo, me cuestiona que personas heterosexuales deseen asumirse como víctimas de una violencia de la que no son objeto ni sujetos.

Otra razón para pedir asilo que ha sido expresada en las consultas se relaciona con el simple hecho de tener un enorme closet del que no se permiten salir -pero que si les posibilita vivir su homogenitalidad a sus anchas-, causa en la que encuentren una razón suficiente para salir del país y pedir asilo. Es claro que la homofobia, que se define como la intolerancia y el desprecio hacia quienes presentan una orientación o identidad diferentes a la heterosexual, es una razón real por la que homosexuales, lesbianas, travestis y transexuales deseen huir de Colombia en donde la discriminación es tan grande que aunque la ley de alguna forma las proteja, las personas GLTTTBI muchas veces no se sienten cómodas ni siquiera en el simple hecho de expresar públicamente gestos de cariño a la persona amada; situación que en muchos casos sumada a la homofobia internalizada motiva su necesidad de pedir asilo.

En el caso de los líderes y lideresas GLTTTBI la situación es mucho más complicada, por cuanto muchos de nosotros somos o hemos sido víctimas directas de acciones de grupos paramilitares y en algunos pocos casos de las acciones de la guerrilla colombiana y en otros, en menor escala, de la violencia familiar y del entorno sociocultural homófobo. Estas formas fe violencia han sido informada en diferentes oportunidades por Naciones Unidas al referirse a la Situación de la población LGBT tal y como se ratifica en el “Informe anual de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos sobre la situación de los derechos humanos en Colombia”, documento que fue emitido el pasado 4 de marzo de 2010 y en el que se lee textualmente que “Las amenazas y asesinatos contra sindicalistas, periodistas, personas lesbianas, gays, bisexuales y transgeneristas (LGBT), y contra quienes promueven sus derechos, son motivo de especial preocupación” y se explicita la existencia de “ataques contra la comunidad de lesbianas, gays, bisexuales y transgeneristas (LGBT) aumentaron en ciudades como Bogotá y Medellín”, demostrando además la presencia de otros actores de la violencia.

Según el citado informe “Se han denunciado casos de maltrato cometidos por miembros de la Policía Nacional contra la comunidad LGBT en varias comunas de Medellín (Antioquia)”, e igualmente se recalca que algunas personas han sido “víctimas de agresiones físicas y verbales y amenazas de muerte, por desconocidos. Las personas en Bogotá han recibido un panfleto amenazante proveniente del llamado "Grupo de limpieza social de chapinero, por una sociedad libre de gays”.

La violencia no sólo se manifiesta en las grandes ciudades colombianas, el informe dice textualmente que “Entre febrero y marzo (del 2009) circularon panfletos con amenazas en por lo menos 24 de los 32 departamentos del país. Un formato estándar fue distribuido en poco más de dos semanas, en lugares tan distantes como Armenia, Barranquilla, Bogotá, Chocó, Cúcuta, Medellín y Valle del Cauca. El documento alentaba la mal llamada "limpieza social" contra trabajadores sexuales, homosexuales, drogadictos y personas viviendo con VIH, entre otros. El panfleto textualmente indicaba que "[quien] se encuentre […] después de las 10:00 horas [en la calle] no responderemos", ordenaba "[…] esté más con la familia" y pedía "perdón a la sociedad si caen inocentes".

El asilo es pues la respuesta a las necesidades de muchos. En su acepción más amplia, es aquella garantía de los derechos humanos consistente en la protección que el Estado presta, dentro de su ámbito de soberanía, a los extranjeros que hayan penetrado en su territorio para huir de la persecución política o de las condiciones económicas o medioambientales de su país de origen.

El derecho de asilo tiene una clara conexión con el reconocimiento y garantía de diversos derechos fundamentales, como son el derecho a la libertad de expresión, el derecho a la participación política, el derecho de asociación, el derecho a la integridad psico-física, el derecho a la libertad ideológica y de pensamiento y el derecho a la seguridad personal, entre otros. La causa fundamental generadora de refugiados es la violación generalizada de los derechos humanos y la violencia política de los gobiernos: detenciones arbitrarias, torturas, "desapariciones", ejecuciones extrajudiciales.

El tema de la discriminación sobre la base de la orientación sexual fue formalmente presentado por primera vez en un foro de la Naciones Unidas durante la Conferencia Mundial sobre la Mujer en Beijing (1995), por la delegación de Suecia. El más interesante avance en este campo se ha dado en España; en este país se ha promulgado la Ley 12/2009 del 30 de octubre, reguladora del derecho de asilo y de la protección subsidiaria. Su Artículo 3º define que la “La condición de refugiado se reconoce a toda persona que, debido a fundados temores de ser perseguida por motivos de raza, religión, nacionalidad, opiniones políticas, pertenencia a determinado grupo social, de género u orientación sexual, se encuentra fuera del país de su nacionalidad y no puede o, a causa de dichos temores, no quiere acogerse a la protección de tal país, o al apátrida que, careciendo de nacionalidad y hallándose fuera del país donde antes tuviera su residencia habitual, por los mismos motivos no puede o, a causa de dichos temores, no quiere regresar a él, y no esté incurso en alguna de las causas de exclusión”.

En el Artículo 7º de la Ley 12/2009, al valorar los motivos de persecución, se afirma que se tendrán en cuenta a determinados grupos sociales con una característica común como la de orientación sexual o identidad sexual. “Se considerará que un grupo constituye un grupo social determinado, si, en particular, si las personas integrantes de dicho grupo comparten una característica innata o unos antecedentes comunes que no pueden cambiarse, o bien comparten una característica o creencia que resulta tan fundamental para su identidad o conciencia que no se les puede exigir que renuncien a ella, y dicho grupo posee una identidad diferenciada en el país de que se trate por ser percibido como diferente por la sociedad que lo rodea o por el agente o agentes perseguidores. En función de las circunstancias imperantes en el país de origen, se incluye en el concepto de grupo social determinado un grupo basado en una característica común de orientación sexual o identidad sexual”, aclarando que “En ningún caso podrá entenderse como orientación sexual, la realización de conductas tipificadas como delito en el ordenamiento jurídico español”.

Colombia fue catalogado, según ACNUR, como uno de los principales países de origen de refugiados durante el año 2008. Un buen número de esos refugiados son personas homosexuales, lesbianas e incluso transexuales y travestis, pero son pocos quienes han logrado obtener el aquellos países a los que han huido su status de asilado. No siempre las personas pueden demostrar que han sido víctimas, y generalmente no conocen que al salir del país deberían llevar consigo las pruebas de las denuncias de los crímenes de odio de los que han ido objeto. Aun pudiendo probar el caso, no siempre estas pruebas parecen ser suficientes e incluso en algunos casos se ha llegado hasta a dudar de la homosexualidad de las personas, por supuesto que ello también tiene que ver con que aun cuando no son homosexuales, algunos hombres se han hecho pasar como tales con tal de mejorar su calidad de vida y poder quedarse fuera del país.

Mientras que en Colombia no cambie la situación de intolerancia a las minorías sexuales muchas más personas LGT se verán obligadas a salir del país, a buscar el asilo y a encontrarse con una respuesta negativa a una problemática que no solo involucra a loso directamente afectados sino también a su pareja y a su entorno familiar afectivo.

Para más información lea:
http://www.acnur.org/biblioteca/pdf/5051.pdf
http://www.boe.es/boe/dias/2009/10/31/pdfs/BOE-A-2009-17242.pdf

lunes, 18 de enero de 2010

En ese lugar donde habitan las emociones

Manuel Antonio Velandia Mora
Enero 17 de 2010

Revista Migrante Edición No. 12
http://www.infomigrante.org/revista//index.php?option=com_content&task=view&id=748

Al cumplir tres años de exilio fuera de Colombia, en donde fuera víctima de un atentado y de amenazas de muerte que se ampliaron a su familia, Manuel Velandia quien actualmente solicita asilo político y por discriminación sexual en España, comparte sus reflexiones al respecto.

¡Cómo pasa el tiempo! nos decimos cada vez que se inicia un nuevo año, pero también me lo digo ahora que se cumplen tres años de haber llegado a España. El exilio me ha permitido verme a mí mismo, al país, a los amigos, revisar mis prioridades y los sentidos de mi vida. Creo que aquellos paramilitares que me amenazaban de muerte, que atentaron contra mi vida, nunca se han dado cuenta que me hicieron un favor. No quiero decir que esté de acuerdo con los crímenes de odio, por supuesto que nunca lo haría, sino porque al amenazar mi vida me permitieron dar un mayor sentido a mi existencia y a aquellas cosas, situaciones, actividades y amores que verdaderamente me son importantes.

Siempre fui claro en que lo mejor que me podría pasar era trabajar en aquello que realmente me gusta y gracias a la vida lo sigo logrando. No puedo viajar por el mundo como lo hacia antes pues no puedo salir de España por la situación propia del proceso de asilo, pero coordinar una ONG LGTB y participar de la vida social, cultural y político-sexual española, le ha dado nuevos sentidos a mi existencia.

Claro que esa misma vida en Colombia algunas veces se hace demasiado lejana y otras tantas tan cotidiana, que incluso, algunas personas no muy cercanas ni siquiera se han dado cuenta que escribo desde fuera de Colombia; de todas formas, lo importante es seguir vivo, y cuando digo vivo quiero decir pensando, sintiendo, actuando, expresando mis ideas sobre aquellos temas que me interesan y motivan, ya no con el mismo ímpetu de antes porque ahora soy algo más reflexivo, sino también más contundente en mis opiniones y mucho más directo en mis críticas.

Esa presencia en los espacios y debates que temía perder con el exilio, la he logrado en foros internacionales en los que se han presentado mis ponencias aun cuando no niego que sea muy extraña la posibilidad de hacerme presente virtualmente por medio de la Web; también se han publicado mis artículos en medios a los que antes no tenía acceso e inclusive me han dado un premio de periodismo en salud, en un concurso al que me inscribí, mas por sugerencia e interés de un nuevo amigo que por mi propio interés, ya que me cuesta considerarme periodista.

Soy un estudiante empedernido. Poder dedicarme a estudiar y hacer de este oficio mi labor principal es una maravilla; por supuesto hacer dos doctorados simultáneamente y homologar la sociología cursando algunas asignaturas me ha obligado a encontrarme de frente con los pensadores europeos y con una visión del mundo que me lleva a darme cuenta de la riqueza latinoamericana como también de lo importante que es abrirse a nuevas explicaciones, experiencias y emociones. Son además otras formas de hablar, escribir y argumentar, las que se usan en España; otras maneras de vivir la lengua y con ella comunicar la cotidianidad.

El castellano, la lengua que se supone nos une a los hispanoparlantes y que es el espacio común para establecer la convivencia, se convierte cada día en una posibilidad para recordarte y recordar que sigues siendo un inmigrante, un extraño a la cultura y por ende, a las formas de construir las relaciones y vivir los afectos; porque hasta el lenguaje del amor, ah y de la sexualidad son tan diferentes, que cuando te dejas llevar por las emociones descubres que no estás siendo comprendido y que incluso, has dicho lo que no has querido y terminas sintiendo lo que no querías sentir.

El cuerpo, la caricia y la genitalidad no son universales, no es verdad que haya un idioma universal –el del amor o el del sexo- y que para comunicarte tan sólo sea suficiente callar. Tal vez lo sea para aquellos que no acostumbran acariciar con la palabra, pero cuando hacer el amor o simplemente follar (como dicen los españoles), es parte de la conversación te das cuenta que necesitas de las palabras que la otra persona desea oír, y no precisamente de aquellas que tu estas acostumbrado a comunicar.

La comida es otra barrera cultural. Los sabores, las sazones, los ingredientes, la preparación no son los mismos; son tan locales y culturales que día a día te faltan las comidas caseras, las bebidas y aderezos propios de tu historia. Es tan agradable saborear una de tus frutas que cuando logras conseguirlas, así sea en zumo, con preservativos y colorantes las haces rendir para darte el gusto de sentirte allí, aun cuando no puedas olvidar que estás aquí.

El vestido es otro elemento extraño en la vivencia cultural que tenemos en la relación del cuerpo con nuestro entorno. Cuando no tenemos grandes cambios en el clima, bueno no más allá de los grandes cambios fruto del cambio climático, nuestro ser no se acostumbra fácilmente a las estaciones; tan pronto medio logramos acomodarnos, todo cambia. Cambia el color del cielo, la luz del entorno, la vegetación, la humedad, la temperatura, pero especialmente cambian la forma de vestir, los colores, las texturas y los materiales. Nuestros alegres colores tropicales nos delatan, porque a nosotros nos abruma la monocromía y nos ponen cabizbajos los colores oscuros y es especial vestir en la nada rica gama de los negros. Para nosotros el color no responde a la moda sino al estilo de vida, a la cotidianidad que se teje con fibras naturales y materiales ricos al tacto.

Es otra vida junto a otras personas, pero no por ello una vida menos rica o menos alegre. Son otras alegrías eso sí, pero también alegrías conocidas que se acrecientan cuando puedes tomar un sorbete de guanábana, embadurnarte con el almíbar del mango y transportarte en unos pocos segundos a muchos kilómetros de distancia con solo evocar el almizcle de la pomarrosa o el sabor de la guayaba. Nada como un ajiaco, así sea con papas criollas semi-cocidas y empacadas en embase de vidrio, o como el pan de bono recién hecho luego de media hora de añoranza y recorrido a la tienda del colombiano del amazonas que se dedica a la comida internacional.

Son tres años esperando que el asilo se haga realidad, tres años en que no puedo gozar de los abrazos de todos mis familiares y amigos, tres años construyendo nuevos horizontes, pero también tres años en que me alegra sentirme más vivo que nunca y en especial, más consecuente con migo mismo. Es verdad que aquí no hay amenazas de muerte, que puedo salir a cualquier lugar sin pensar en si puedo salir huyendo o si hay dónde esconderme, pero a pesar de tanta paz espero que pronto sea el día en que la situación política cambie y pueda regresar para seguir construyendo esos mundos de libertad en los que mi grano de arena ayuda a trazar el camino para aquellos y aquellas que vienen detrás nuestro.